domingo, 10 de enero de 2021

Neuroeducación y lectura


"Es así como cada persona cambia, no solo en función de lo vivido, sino también de lo leído"

Hace unas semanas acabé de leer este libro que trata de cómo se aprende a leer y de cómo la lectura transforma el cerebro. La neuroeducación nos señala la importancia de la emoción y el chispazo de la curiosidad, y con ellos la apertura de esa ventana que es la atención, y los mecanismos conscientes que nos conducen al aprendizaje y la memoria. 

El autor nos recuerda que el lenguaje sí que tiene "ventana plástica" (también conocidos como "períodos críticos" que son esos momentos en los cuales determinados conocimientos han de tener lugar sí o sí). Así, por ejemplo, un niño/a que no haya sido expuesto al habla hasta los 6-7 años, probablemente nunca llegará a hacerlo, porque esa ventana plástica se habrá cerrado para él/la. Pero ahí encontramos que la lectura (que supone un fenómeno cultural, que no está programado genéticamente) no tiene "ventana plástica" y por ello, a los 5-6 años casi todo el mundo puede aprender a leer pero también a los 70-80 años. Ahí recuerdo cuando abrí una academia de estudios, a mis 20 años, que vino hasta ella un señor del pueblo, de casi 80 años, para que le enseñase a leer y escribir. Y fue una experiencia muy enriquecedora para los dos. Aún me emociono al recordar su cara de satisfacción y alegría al leer poesía, que siempre había sido su ilusión. 

Es de suma importancia no perder la premisa que la lectura es un proceso costoso, de comienzo relativamente tardío en el niño. Requiere su tiempo. Recordemos que un niño tiene mucho que hacer antes de adentrarse en el aprendizaje de la lectura: hablar, aprender todo lo sensorial que lo envuelve, las cualidades de los objetos,...y todo esto siempre bajo el gran recurso del niño/a: el juego. 

"El juego es como un disfraz bajo el cual el niño, con alegría, aprende y memoriza"

En el libro se nos recalca la idea de que es necesario el desarrollo y la madurez de las áreas cerebrales responsables de la descodificación. Así tenemos que algunas áreas del cerebro implicadas en la lacto-escritura no acaban de mielinizarse hasta los 5-6 años. No adelantemos procesos. Recordemos que cada niño/a es un ser único y diferente. 

"La lectura antes de tiempo puede convertirse en un martirio"

Por ello, incide en la necesidad de versatilidad en el aprendizaje de la lectura. A la pregunta "¿Cuál sería la situación ideal para enseñar la lectura en las aulas?", encontramos que sería según la disposición personal de cada niño/a, esto es, motivación, emoción y curiosidad así como sus capacidades para llevarlo a cabo. Insiste en la idea de que si enseñamos a partir de los 6-7 años , es casi seguro que las áreas cerebrales de la lectura estén en todos los niños y niñas suficientemente desarrolladas y maduras. A mi parecer, es muy importante no adelantar procesos ya que todo llega. 

El autor nos hace un repaso a temas tan interesantes como son: qué es leer con fluidez y la importancia de la atención, cuáles los procesos que se desarrollan en aquellas personas que no ven a la hora de leer, también nos explica largo y tendido sobre la dislexia, así como las fases principales en la adquisición de la lectura, las tres áreas del cerebro cuya actividad constituye el sustrato principal de la lectura, entre otros. Sin duda, una lectura muy recomendable y necesaria para docentes y familias. 

Y, para acabar, esta gran reflexión del propio autor...

"Leer es, tantas veces, alcanzar destellos de belleza en lo escrito"



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